La última década ha sido testigo de un notable incremento en el alerta global sobre la enfermedad celíaca y esto ha derivado en un incremento del diagnóstico de nuevos pacientes. El mundo científico también ha experimentado fundamentales avances en el conocimiento de la enfermedad y el perfeccionamiento de las herramientas diagnósticas. Sin embargo, el tratamiento específico sigue siendo, como desde hace más de 60 años, la dieta libre de gluten.

La información provista por Internet tiene un rol relevante en la rápida difusión del conocimiento ya que permite el acceso a información científica pero, lamentablemente, también a información no científica o, en otras oportunidades, falaz. En este último sentido, una reciente noticia que circuló por la Web ha generado expectativas para todos aquellos que deben efectuar esta dieta en forma estricta. Dicha información destaca el descubrimiento y pronta incorporación en la terapéutica de una “píldora” que contiene una proteína obtenida de la yema de huevo y que le permitiría al paciente celíaco ingerir gluten sin problemas. Dicha noticia reporta investigación incipiente en la búsqueda de adyuvantes terapéuticos para celíacos realizada en la Universidad de Alberta, en Canadá.

Es de destacar que la droga reportada adolece, por el momento, de investigación científica clínica que la avale. Lo que resulta absolutamente inapropiado es el tratamiento periodístico que algunos medios le dieron a dicha investigación, que, insisto es absolutamente básica y primaria y que confunde generando falsas expectativas en los pacientes ávidos de otras opciones terapéuticas a la de la dieta.

Es de notar que la comunidad científica especializada se encuentra embarcada en proyectos con objetivos similares y aún, mucho más avanzados que el reportado recientemente. Sin embargo, todas estas potenciales opciones terapéuticas se encuentran transitando rigurosos caminos metodológicos donde la investigación clínica es esencial antes de su aprobación y habilitación para su uso en la práctica clínica diaria. Es de destacar que la “píldora” reportada no ha iniciado aún estas pruebas que permitirían confirmar o no los presuntos beneficios.

No es mi objetivo generar decepción entre los pacientes celíacos. Por el contrario, intento fundamentalmente llamar la atención para que no se dejen llevar por noticias falaces respecto a terapéuticas “deslumbrantes” y novedosas presuntamente “salvadoras”. Considero apropiado generar expectativas positivas, pero no engañosas, sobre investigación científica en curso llevada a cabo por expertos de varias partes del mundo que, con entusiasmo, avanzan con cautela y metodología apropiada explorando alternativas terapéuticas que redundarán en la mejora de la calidad de vida de los pacientes celíacos.

* Julio Bai es profesor titular de Gastroenterología de la Universidad del Salvador y médico del Hospital de Gastroenterología Dr. C. Bonorino Udaondo.

Fuente: Buena Vida. Clarin